Un título significativo, un reto significativo y muy pensado.
Ha hecho falta mucha preparación, evolución, reflexión y determinación hasta llegar a este proyecto. Muchos hemos acompañado a Domi en su camino y hemos observado como se ha ido forjando esta idea desde aquella loca idea de participar a una expedición al Everest en 2011. Ésta, lejos de ser una derrota, era un paso necesario para poder organizar este año una expedición seria, con el máximo de garantías para su buen desarrollo. Han hecho falta dos años de trabajo, esfuerzo, retos y pruebas para llegar a ese punto en la vida en el que piensas "Ahora es el momento". Domi ha llegado a ello.

Dos años han transcurrido desde entonces. Dos años en los que Domi ha puesto a prueba su cuerpo, su resistencia y su mente. Las trails le han ayudado a conocerse mejor mentalmente. En ellas también vió enfrentados cuerpo y mente durante la Ronda dels Cims y su mente se llevó la batalla, permitiendole seguir entrenando y evolucionando. Son esos momentos críticos en la vida en los que se decide, sin saberlo en ese instante, el futuro. ¿Qué habría pasado si Domi hubiera seguido a 8000m en el Everest? ¿Habría llegado a cima o habría tenido algún accidente? ¿Qué habría pasado si en la Ronda no le hubiera hecho caso a la rodilla? ¿Se habría roto el ligamento con consecuencias nefastas en su futura vida deportiva o habría llegado a meta? A veces está claro que una retirada a tiempo es una victoria y Domi lo ha demostrado a lo largo de su carrera deportiva.
La cuestión es que, reto a reto, ha ido volviendose cada vez más duro y ha ido adquiriendo cada vez más experiencia para enfrentarse de nuevo al gigante del mundo con el máximo de garantías posibles. Esta vez, ha elegido la vía Sur después de la mala experiencia con la burocracia china y por la dificultad añadida de querer hacer cima SIN OXÍGENO.
Si hay una cosa que ha ido siempre de la mano con Domi en sus diferentes actividades ha sido la bandera andorrana. Le ha acompañado a los puntos más altos de América del Norte, América del Sur, África y Europa. Le ha acompañado a La Martinique cuando corrió junto a su mujer Alicia, su gran apoyo, su cómplice y, a la vez, su mayor enemigo. No olvidemos que todos nos preocupamos cuando se embarca en una de sus aventuras dignas de libro de hazañas y Ali, como la llamamos los de la familia y amigos, es de las que más sufre con la incertidumbre de no tener información cuando los medios de comunicación tradicionales fallan por las inclemencias meteorológicas y los lugares remotos. La bandera, volviendo al tema, ha estado en muchas ocasiones presente físicamente para la foto pero siempre en su corazón.
Domi siempre ha sentido los colores al haber vivido la parte más dulce de nuestro pequeño país: las montañas. Por eso y no por otra razón, nació este proyecto : Andorra al Cim del Món. El hecho de
subir a la cima su bandera representa mucho para Domi. En todos sus proyectos pasados, nunca ha pedido nada a nadie y, como ha podido, ha ido financiandose los viajes y las pruebas. Ha combinado sus entrenamientos con el trabajo, llegado a subir y bajar del Coma Pedrosa, ducharse e ir a trabajar al hotel de sus padres todas las horas del día. Ésto es algo que pocos saben y que descubrirán al leer esta entrada y que no es ninguna deshonra. Justamente, al contrario, es toda una satisfacción el saber que los sacrificios realizados han pagado su precio al haber realizado sueños que, hace unos años, parecían imposibles o muy lejanos.
En cambio, para este proyecto, el presupuesto se eleva enormemente. 30.000 € mínimo y eso contando con un equipo mínimo pues el objetivo es alcanzar la cima sin oxígeno adicional. Por ese motivo, Domi ha empezado a buscar patrocinadores en Andorra que le acompañarán y formarán parte de este gran proyecto para un pequeño país.
Ramon Diaz
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